Cuando nos paramos a pensar, todos queremos ser ejemplo de algo, tener buenos hábitos, añoramos ese cuerpazo, o sentirnos más vivos, más felices, más relajados, pero no siempre es así.
Para cambiar tus hábitos y construir buenos hábitos personales, primero necesitas identificar qué hábitos debes cambiar y qué los origina, para luego decidir qué hábitos nuevos instaurar. El proceso no es inmediato, sino un trabajo de día tras día y de mejora continua.
A continuación, voy a contarte cómo se construyen los hábitos, y llevarte paso a paso a través de un método para que logres cambiar los tuyos.
¿Cómo se construyen los hábitos?
Se dice que el 10% es lo que nos pasa y el 90% cómo nos tomamos lo que nos pasa.
Todo lo que nos sucede moldea nuestro comportamiento y nuestra actitud, que son los determinantes de las acciones y decisiones que tomamos.
En realidad, todo comienza con un pensamiento.
Los pensamientos son los desencadenantes de todo, hacen que se forme un círculo vicioso que puede ser positivo o negativo.
Si se trabaja en este primer instante se pueden bloquear los círculos negativos y así no entrar en bucle.
Los pensamientos provocan la toma de decisiones, pero claro la calidad de las decisiones depende de la calidad de los pensamientos.
Con buenos pensamientos vas a tomar buenas decisiones que te hagan crecer.
Porque tus decisiones hacen que pases a la acción, que hagas algo para traer a la realidad el pensamiento que has tenido.
Si esta primera parte del ciclo (pensamiento-decisión-acción) se repite de forma continuada a lo largo del tiempo, se crean los hábitos.
Si analizas la situación, tienes buenos hábitos personales si tus pensamientos son buenos, y viceversa.
Pero tú tienes el poder de controlar a tus pensamientos para dejar pasar solo a los que te ayuden y bloquear los negativos.
Porque una vez los dejes pasar se desencadena la toma de malas decisiones y acciones que te destruyen.
Por último, son los hábitos los que hacen que tengas o no una actitud positiva ante la vida.
¿Te imaginas triste y alicaído si tienes el hábito de hacer deporte por las mañanas y comer fruta fresca?
Así es imposible empezar mal el día, aunque quieras.
Al contrario, si te sientas todas las tardes a ver la televisión, ¿a que no te entran muchas ganas de cambiar tu situación financiera, aunque sea leyendo un libro?
Como ves, tu actitud es muy importante para determinar que puedes o no conseguir en tu vida.
Cómo cambiar malos por buenos hábitos personales
La verdad es que los hábitos como tal no se pueden eliminar, o es muy difícil, sino que normalmente se cambian por otros más sanos y ecológicos para ti.
La idea consiste en coger los malos hábitos y decidir por qué buenos hábitos personales los quieres sustituir.
Fíjate en las personas que dejan de fumar, o bien comienzan a comer caramelos o engordan porque lo sustituyen por comida.
Vamos a ver una fórmula de 8 pasos para que cambies tus malos por buenos hábitos personales.
Y así que evites cambiar tus malos hábitos por otros también malos, aunque sean menos malos.
Paso 1: Haz una lista de tus malos hábitos
Antes de construir buenos hábitos personales, tienes que saber qué hábitos quieres cambiar.
Por lo tanto, siéntate tranquilo con papel y boli y apunta cualquier hábito que quieras cambiar.
Si no sabes por dónde empezar simplemente piensa en aquello que no te gusta, porque detrás de un resultado hay un hábito.
Por ejemplo, si te sobran unos kilos, es porque hay unos hábitos detrás que lo sostienen.
Si no llegas a fin de mes, hay unos hábitos de gasto que hace que eso sea así.
Tan solo tienes que ver qué te gustaría cambiar de tu vida y entonces podrás descubrir los hábitos que te llevan a conseguir eso.
Te recuerdo que un hábito no es más que una acción que repites en el tiempo de manera sistemática.
Paso 2: Identifica la causa original de tus hábitos
Para cambiar de manera efectiva un hábito, hay que apuntar a la raíz.
Por eso es importante descubrir el núcleo del hábito, que lo originó.
¿Fue un pensamiento, una conducta, una experiencia?
Lo que sea, tienes que identificar cuál ha sido la raíz del hábito.
Por ejemplo, si tienes el hábito de no ahorrar o gastarte todo el dinero, ¿de dónde viene?
Quizás sea de que pienses que la vida es corta y hay que disfrutarla.
O de una conducta de tu familia que has copiado.
Aquí lo importante es que reconozcas de donde viene el hábito, cuál es su origen.
Paso 3: ¿Qué causas ayudaron a construir el hábito?
Como he comentado varias veces, los hábitos se construyen con repetición.
Por tanto, siempre hay un hecho detrás que haya provocado que repitas el mismo comportamiento una y otra vez hasta haberlo consolidado como hábito.
Quizás fue tu entorno, tus amigos, tu trabajo o algún pensamiento recurrente que te mantuvieron ahí.
Por ejemplo, imagina que tú antes desayunabas en casa, pero has entrado en un trabajo donde tus compañeros salen todos a desayunar a una cafetería.
Ahí, en esa cafetería todos se piden el desayuno completo que lleva café, zumo y bocadillo.
Ahora has cogido ese hábito, tanto que los fines de semana sales con tu pareja a desayunar lo mismo.
No solo afecta a tu bolsillo, porque has adquirido un nuevo gasto hormiga, sino que también a tu salud.
Has cambiado tu desayuno saludable con fruta fresca, por uno que contiene mayor cantidad de azúcares, además de estimulantes como el café y embutidos en el bocadillo.
Todo porque te has visto afectado por un entorno nuevo, tu trabajo.
Paso 4: Elige buenos hábitos personales que sustituyan a los malos
Como te he comentado antes, no se pueden eliminar los hábitos, sino que se deben de sustituir, y aquí tienes algunos ejemplos.
Ahora ha llegado el momento de que elijas con conciencia qué hábitos quieres construir para ti.
En este punto va a influir tus objetivos de vida, bien sean personales o financieros.
Porque dependiendo lo que quieras conseguir, así te tendrás que comportar día a día.
Es tu turno, elige buenos hábitos personales que sustituyan a los malos.
Por ejemplo, en el caso anterior de que una persona no ahorre porque lo gasta todo, un hábito puede ser el de ahorrar un 5% nada más ingresar la nómina.
Paso 5: ¿Qué beneficios y resultados te traen estos nuevos hábitos?
Puedes saber de antemano los beneficios y los resultados que te van a traer los nuevos hábitos.
Si hablamos dentro del campo de las finanzas personales, si decides ahorrar 100€ al mes, sabrás que a final de año tendrás 1.200€.
Habrá otras acciones de las que no podrás prever un resultado seguro, porque siempre hay factores externos que influyen.
Pero ten en cuenta que buenos hábitos siempre traen beneficios, aunque sean intangibles.
Imagina que decides invertir en bolsa para sacar rentabilidad de una parte de tus ahorros.
Quizás, como no lo has hecho nunca, no puedes prever el resultado, pero, aunque no sea un resultado bueno, incluso negativo, el aprendizaje tiene un gran valor.
Con el tiempo y el esfuerzo podrás obtener beneficios que supongan un cambio de vida real.
Siempre hay un proceso de aprendizaje que no podrás saltarte.
La buena noticia es que el conocimiento es acumulativo y cuanto más aprendes más rápido lo haces.
Paso 6: ¿Qué tienes que hacer para fijar ese hábito?
Los hábitos son acciones que se repiten.
En este punto tienes que decidir qué acción o acciones tienes que llevar a cabo.
Por ejemplo, si quisieras aprender a tocar un instrumento, deberías estudiar mínimo 20 minutos al día.
Paso 7: Trabaja día a día
Los buenos hábitos personales, así como los malos, se construyen con repetición.
Por tanto, tendrás que repetir cada día, o semana o mes, dependiendo de cada cuanto se repita el hábito, la acción o acciones del paso 6.
Si quieres ahorrar, entonces será algo que tendrás que hacer al mes.
Pero si quieres cuidar tu salud, lo tendrás que hacer a diario, incluso varias veces al día.
La clave está en la repetición.
Mucha gente dice que para cambiar un hábito se necesitan 21 días, pero a mí no me ha funcionado.
En cambio, hay otras investigaciones que dicen que se necesita más tiempo.
Yo creo que varía para cada persona y que influye mucho el entorno, es decir, las persona que te rodean, y cuánto quieras tú conseguir ese resultado.
Paso 8: Ahora llega la recompensa
Siempre viene bien recibir una recompensa.
Pero no hagas tu recompensa el hábito viejo, no vaya a ser que caigas en la tentación.
¿Acaso crees que para un fumador sería un premio fumar si consigue una semana sin fumar?
No tiene sentido, sería recaer.
Recompénsate con algo que refuerce tu hábito y además te haga sentir bien.
Escríbelo ya de antemano para saber cómo lo vas a celebrar.
¿Qué has aprendido?
Si no te gustan los resultados que estás cosechando en tu vida, tienes que mirar más adentro.
Los hábitos, es decir, las acciones repetidas en el tiempo, son los que constituyen cómo es tu vida a día de hoy.
La buena noticia es que puedas cambiarlos, aunque es importante que sepas qué quieres conseguir para alinear tus hábitos con tu estilo de vida ideal.
Si realmente quieres vivir una vida diferente y conseguir nuevas metas, no te sirve lo que estás haciendo hasta ahora.
Hay cosas que cambiar y pasa por elegir buenos hábitos personales.
Estos son los principales aprendizajes de hoy:
- Todos los hábitos comienzan por un pensamiento, descubrir ese pensamiento es tu objetivo
- Los hábitos son acciones repetidas a lo largo del tiempo que se han quedado ya contigo
- Los hábitos no se eliminan, sino que se sustituyen
- A medida que quieras alcanzar nuevas metas tendrás que ir ajustando tus hábitos
Espero que hayas entendido cómo construir buenos hábitos personales, deja en los comentarios: ¿qué hábitos quieres cambiar?